Todos los niños son diferentes
Un orfanato es un lugar que decenas o cientos de niños consideran su hogar debido a diferentes situaciones y aquí podrás ver, como voluntario, las pautas a seguir. Pueden ser huérfanos, abandonados, de acogida temporal… En países desfavorecidos los orfanatos actúan como colegios o centros de ayuda extraescolar.
Por tanto, los niños son muy distintos entre sí por varias razones. La edad es un factor notable ya que hay desde prácticamente recién nacidos hasta niños mayores de edad y muchas veces hay conflictos difíciles de resolver ya que se mezclan niños de varias edades.
Es importante tener en cuenta que no reciben la mejor educación posible, tienen unas costumbres diferentes, algunos pueden tener un pasado difícil y mostrar una actitud más cerrada, por lo tanto, hay que tener mucha paciencia.
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No esperes una satisfacción inmediata
Un voluntariado es un proceso lento y complejo en cuanto a mentalidad, más si cabe si hablamos de satisfacción personal.
No tenemos ninguna duda de que es una de las mejores experiencias que se pueden vivir a modo de crecimiento personal. Hay que tener en cuenta que los niños de los orfanatos tratan con muchas personas de distintas partes del mundo pero normalmente durante un tiempo reducido por lo que es complicado que se abran a ti.
La gratificación personal está prácticamente asegurada, aunque a veces tarde. Si tienes buen temperamento, muchas ganas de ayudar y una buena actitud podrás sacar el máximo partido a tu voluntariado.
Ten la mente abierta
Una mentalidad abierta es una característica clave a la hora de hacer un voluntariado, sea del tipo que sea, pero en un orfanato aún más.
La capacidad de afrontar diferentes situaciones y poder dar una respuesta adecuada a ellas proviene de poder identificar con claridad los problemas y ver las mejores soluciones para estos.
Con una mente abierta podrás aprender, disfrutar y conocer todo lo que puede llegar a ofrecerte una experiencia en un orfanato. Los niños tienen algo especial que genera, al final del día, una felicidad infinita en el corazón del voluntario.
Prepárate para situaciones complicadas
Un orfanato, por ejemplo en África, puede tener muchas complicaciones a lo largo de tu estancia. Los niños como hemos explicado anteriormente no están del todo educados en muchos casos y eso provoca accidentes, peleas, conflictos…
Normalmente tu trabajo será solucionar problemas menores como una pelea entre niños o consolar a un niño que se ha caído jugando a la pelota pero es importante tener los ojos bien abiertos y ser proactivo a ayudar en todo lo que puedas.
Si tienes alguna habilidad relacionada con la salud como medicina o enfermería así como experiencia cuidando niños o como profesor es importante que lo comuniques al proyecto para que así puedas desarrollar tu labor de la manera más útil posible.
No intentes cambiar el mundo en un día
Los proyectos llevan trabajando durante años en las comunidades donde son necesarios los orfanatos y conocen a la perfección las necesidades de la zona así como la manera más eficiente de trabajar con los niños y que puedan llevar la mejor vida posible.
Hay voluntarios que pueden llegar a tener problemas por querer hacer las cosas a su manera y utilizar metodologías diferentes a las propuestas por las organizaciones. Es algo muy desaconsejable, si tienes ideas nuevas las podrás proponer sin problemas al director del centro y la persona responsable decidirá si aplicar o no tu idea.
Una buena forma de ayudar a los niños es estar con ellos, parece una idea obvia pero es algo muy importante en el sentido completo de la palabra, escucharlos, jugar con ellos, consolarlos cuando se lastiman… Piensa que la mayoría no tienen familia y la vida en un orfanato día tras día puede llegar a ser muy dura.
Se mentalmente positivo
Una mentalidad positiva es algo que va de la mano con la mente abierta ya que son actitudes que podríamos considerar como “sí o sí” a la hora de ayudar a los demás.
Todos tenemos días malos y en una tarea como la de ayudar en un orfanato debido a las situaciones que se viven, las horas de trabajo, el estar con niños día sí día también puede llegar a ser pesado y suponer un desgaste de la energía.
Por ello, mantener una mentalidad positiva nos ayudará a poner la otra mejilla y a tener mano izquierda para poder ver siempre el vaso medio lleno y superar cualquier adversidad que aparezca y, sobre todo, para hacer que los niños del orfanato asocien nuestra presencia a calma, felicidad y energía positiva.
Errores y Logros
Una de las tareas que desarrollarás en un orfanato es la de profesor. Ayudar a los pequeños con sus deberes, enseñarles cosas de tu tierra y de tu cultura, música, deportes… Lo más importante es que estés con ellos en sus errores y en sus logros.
Los niños tienen que asociar el fallar como parte del aprendizaje y será tu forma de ayudarles la clave para que puedan conseguirlo. Del mismo modo, puedes convertir pequeños logros como aprender el abecedario en algo muy gratificante y así aumentar sus ganas por continuar aprendiendo.
Por último, uno de los errores más comunes de los voluntarios es el tema de las fotos y los vídeos. Los orfanatos tienen sus propios permisos sobre si está o no permitido hacer fotos o grabar a los pequeños. Como consejo, pregunta primero qué reglas tienen respecto a ello y a modo personal, todos queremos recuerdos con ellos ya que se ganan un sitio en tu corazón pero recomendamos no abusar de ello ya que la experiencia sirve para que ellos sean los protagonistas y obtengan todo el cariño posible.